jueves, 9 de abril de 2009

SENTIDO DEL TACTO

Hoy traigo hasta este blog la siguiente noticia:


Los evacuados por el terremoto que el lunes azotó la región de Los Abruzos, en el centro de Italia, han denunciado que los bancos les están reclamando los pagos de las hipotecas y de las facturas de casas que se han venido abajo, según publica el periódico La Repubblica.



¿Qué se debe hacer ante una situación así? El sentido común dice: de momento, espera. Ante una catástrofe de esta magnitud, las entidades bacarias parece que están actuando con una torpeza inaudita; aunque me temo que es un problema de descoordinación y, por qué no decirlo, de miedo dentro de la plataforma de recobros. Alguien debería haberse dado cuenta de que el tema es lo suficientemente grave como para detener, siquiera por unos días hasta que se aclare la situación, la gestión del impago. Y ese alguien debería haber llamado a otro alguien más importante, con el poder y la información suficiente para conocer de primera mano por parte de las autoridades cómo se va a tratar legalmente este tema -zona catastrófica, etc-, para que se tomara una decisión definitiva.

Dentro de mi trayectoria dentro de la gestión de cobros, la situación más parecida la viví en 2004 cuando los atentados del 11-M. Ni el estado de los gestores era el adecuado para llamar, ni el estado de shock en el que se encontraba el país era el más propicio para reclamar deudas. Mandamos a los gestores a casa.