miércoles, 16 de enero de 2008

EL CLIENTE "DESCONFIADO"

Otro clásico dentro de los arquetipos morosos es aquel que basa su estrategia de dilatación del impago en la desconfianza: Duda de todo y de todos, rechaza hasta los argumentos más lógicos, es muy susceptible y le pone falta a todo.

Utiliza cualquier mínimo detalle (un error al decir el importe pendiente, la fecha de vencimiento, hasta su propia dirección postal) para encontrar razones para no pagar y tratar de dominar la conversación.

Este tipo de cliente siempre va a buscar puntos de desacuerdo, por lo que no discutiremos y le daremos la razón (siempre que la tenga). Intentará "pillarnos" por lo que nos acribillará a preguntas, se mostrará irónico y permanentemente a la defensiva.


Lo primero que hemos de hacer es no propiciar que se de la situación; evitando dar información incompleta, mostrando debilidad o incumpliendo acuerdo (aunque sólo sea la hora en la que hemos de llamarle). Si podemos utilizar la comunicación escrita dentro de la gestión (envío de cartas, emails, etc) es un tipo de cliente con el que suele ser más efectiva.

La técnica para contrarrestarle se basa en conservar la calma y respetar sus ideas. A continuación le haremos preguntas cerradas de las que ya sepamos la respuesta, con el fín de buscar puntos comunes, que le de confianza. A la hora de argumentar, no afirmaremos nada que no podamos demostrar, incluso con pruebas. Seremos pacientes y daremos datos y cifras con precisión. Cuando trate de personalizar en nosotros los supuestos errores, no nos daremos por aludidos y acudiremos a mensajes de equipo, utilizando el plural (nosotros, nuestra compañía, etc).