Como complemento y apoyo a la gestión telefónica, el envío de cartas es una buena herramienta que no podemos dejar de usar. El efecto psicológico de ver por escrito en una carta con membrete y forma el hecho de ser moroso provoca emociones que podemos utilizar a nuestro favor.
Sin embargo, no todo vale a la hora de remitr una carta. En primer lugar, la carta no debe estar escrita en un tono amenazante, aunque debe dejar absolutamente claras las acciones que se van a tomar si el cliente no efectúa el pago de manera inmediata.
Huelga decir que las leyes y regulaciones tienes que ser estrictamente aplicadas, particularmente lo concerniente a la Ley de Protección de Datos, no pudiéndose permitir extractos engañosos ni falta de representación. Tampoco podemos amenazar con tomar acciones legales cuando no puede hacerse, pero un verdadero tinte legal citando algún artículo de la Ley suele causar el efecto deseado.
Para que sea efectiva, debe señalar claramente el importe y el plazo para abonarlo y aprovecharemos la carta para facilitarle el número de cuenta o el modo de contactar telefónicamente con un gestor.
Por último, comentar que deberemos disponer de diferentes modelos de cartas para las diferentes fases de la reclamación, donde iremos aumentando paulatinamente la presión.
